SOBRE EL HACINAMIENTO CARCELARIO Y EN LOS CENTROS DE DETENCIÓN Y LA NECESIDAD DE AGILIZAR LAS MEDIDAS HUMANITARIAS
A LAS AUTORIDADES COMPETENTES Y A LA CIUDADANÍA EN GENERAL
Con profunda preocupación la Vicaría de DDHH de la
Arquidiócesis de Barquisimeto ha seguido la situación del sistema penitenciario
en el Estado y de los Centros de Detención desde principios del 2019. Como es
bien sabido, las condiciones de reclusión amenazan con agravarse y empeorar,
tanto por el deterioro económico, el regreso de muchos quienes desde el
extranjero ayudaban a sus familias, la escasez de gasolina y, por supuesto, la
amenaza del Coronavirus.
Países como Turquía e Irán, hacia quienes la política
exterior de Venezuela ha considerado gobiernos amigos, han excarcelado a un
importante número de sus reclusos, por considerar un par de ejemplos. En el
caso de Turquía han sido liberados unos 90 mil reclusos, el 30% de la población
carcelaria. En el caso de Irán, 85 mil presos. En ambos, están incluidos tanto
presos comunes como presos por sus ideas políticas (Turquía argumentó contra muchos
de ellos su supuesta participación en un golpe contra el presidente Erdogan).
No pongo en duda que Venezuela puede estar buscando tomar
medidas humanitarias hacia un inmenso grupo de la población carcelaria. Solo
que los tiempos de la pandemia no caminan a la velocidad de los trámites
burocráticos. Para muchos de ellos, sobrevivir pasa por fortalecer su sistema
inmune y tal cosa, cuando no hay otra enfermedad producto de las carencias,
implica por lo menos alimentarse lo suficiente y poder cuidar el aislamiento
social. Por lo que se debe caminar más rápido de lo que camina el virus.
Por tal razón la Vicaría se atreve a exhortar a las
autoridades competentes para que, asumiendo su responsabilidad ante Dios, la
historia y la sociedad, puedan agilizar la salida de tantos reclusos y
detenidos que arriesgan actualmente su vida dentro de los recintos, por
diversas circunstancias, y que peligra sobre ellos la posibilidad de contagio.
Por supuesto, sabemos que tal cosa no será suficiente. Pero
es necesaria. Venezuela necesita reinventarse en estos tiempos para que su
población tenga lo necesario para vivir, mientras pasa esta calamidad.
Dado en Barquisimeto, a los 17 días del mes de abril de 2020
Padre Alfonso Maldonado,
Vicario de los DDHH de la
Arquidiócesis de Barquisimeto
Comentarios
Publicar un comentario